Purchilejo: el encanto perdido de una alquería morisca

Descubierta en 2019, la alquería morisca de Purchilejo, con sus suelos vidriados y muros centenarios, emergió como un testimonio único de la vida islámica en la Vega de Granada. Sin embargo, sus vestigios fueron cubiertos de nuevo para dar paso a un complejo comercial. Hoy, su historia y su nombre perduran como un legado que se resiste a desaparecer bajo la modernidad

La alquería nazarí de Purchilejo formaba parte de la intensa red agrícola de la Vega de Granada. Durante la época nazarí (siglos XIII–XV) era un pequeño asentamiento rural con más de veinte casas habitadas. Como era habitual en las alquerías andalusíes, disponía de hornos de pan y aljibes de agua potable distribuidos por el poblado. En 1492, la conquista de Granada por los Reyes Católicos cambió ese paisaje: los mudéjares locales fueron convertidos en moriscos (cristianos nuevos) pero muchos siguieron cultivando la tierra con las mismas técnicas.

Tras varias décadas de tensa convivencia, la Rebelión de las Alpujarras (1568–1571) sacudió la comarca. Muchos moriscos de la Vega, incluyendo los de Purchilejo, se unieron al levantamiento contra Felipe II. Tras sofocar la revuelta, en marzo de 1570 empezó la expulsión de moriscos desde la vega a Castilla. El 28 de octubre de 1570 se decretó la expulsión general de todos los moriscos del reino de Granada. El territorio fue repoblado con cristianos viejos traídos de otros lugares. En este proceso Purchilejo quedó abandonado: según la arqueóloga María Ángeles Ginés, poco a poco sus vecinos se trasladaron al cercano Purchil. De hecho, los registros del siglo XVI indican que en 1572 había unas 21 casas en Purchilejo, muy por debajo de las ≈30 de Purchil Alto. En resumen, la alquería perdió función tras la guerra de las Alpujarras y su memoria sólo perduró en documentos hasta que fue redescubierta recientemente.

Descubrimiento y hallazgos arqueológicos

Durante unas obras realizadas en la zona aparecieron restos arqueológicos que revelaron la existencia de un asentamiento morisco perteneciente a la alquería de Purchilejo. Se identificaron muros y tramos de pavimento cerámico (ladrillo vidriado) que delatan la presencia de una antigua almunia nazarí, es decir, una casa de campo de época islámica. Junto a la vivienda, se documentó una rauda, un pequeño cementerio islámico.

Entre los materiales recuperados destacan fragmentos de cerámica nazarí y partes del suelo original de la vivienda, muy bien conservado, lo que permite reconstruir la estructura de la casa y su evolución tras la llegada de los cristianos. Se hallaron también suelos de ladrillo y yeserías, que ofrecen una imagen completa de una vivienda rural de la época.

El conjunto de estos hallazgos confirma la importancia de Purchilejo como alquería agrícola durante la Baja Edad Media. El excelente estado de conservación de los suelos y otros elementos proporciona una valiosa fuente de información sobre la vida campesina morisca en la Vega de Granada, enlazando de forma directa la arqueología material con la historia documentada de la zona.

Excavación arqueológica

El descubrimiento motivó una rápida intervención arqueológica. Un equipo de la Junta de Andalucía (dirigido por la arqueóloga María Ángeles Ginés) procedió a excavar sistemáticamente el tramo del colector afectado. Las zanjas se abrieron, los estratos se limpiaron y cada muro o suelo hallado se documentó con planos y fotos. Bajo supervisión de la Inspección de Cultura, los arqueólogos retiraron los materiales que quedaban en medio de la obra y los depositaron en un almacén especializado; el resto de las estructuras se protegió in situ cubriéndolas con geotextil y señalizándolas para impedir daños futuros. Todo el trabajo siguió las instrucciones de la Delegación Territorial de Cultura, que exigió procedimientos como amojonamiento de la zona y cobertura de las excavaciones.

Paralelamente se desarrolló una intensa labor de divulgación. Se colocaron paneles explicativos en el yacimiento (en colaboración con la empresa ANTEA de ingeniería arqueológica) que mostraban gráficas y fotos del sitio. También se organizaron jornadas de puertas abiertas para el público: en enero de 2020 arqueólogos guiaron visitas para escolares y asociaciones locales. Técnicos municipales y de la Junta elaboraron además materiales didácticos donde explicaron el hallazgo.

Los paneles informativos instalados reflejaron el carácter didáctico de la intervención: incluían fotografías del pavimento recuperado, una ilustración de Felipe II junto a monedas maravedí de 1566 y escenas de la vida morisca en la Vega. Este recurso visual vinculaba directamente el hallazgo con el final de la época islámica local. En conjunto, la campaña combinó métodos de excavación y laboratorio con iniciativas de comunicación pública, garantizando tanto el rigor científico como la difusión del patrimonio.

Purchilejo se cubrió de tierra para ceder su espacio a la modernidad

En noviembre de 2019, durante las obras de ampliación del colector de aguas residuales, se descubrió Purchilejo: la alquería morisca que dormía bajo tierra en la vega de Granada. Aquel hallazgo permitió sacar a la luz un poblado islámico que, hasta entonces, solo existía en los legajos polvorientos de los archivos. Su pavimento vidriado, sus muros de ladrillo y sus huellas de vida morisca hablaban de un tiempo en el que la Vega latía al ritmo de acequias y cosechas, y de un mundo que desapareció tras la rebelión de las Alpujarras y la llegada de los cristianos. Sin embargo, una vez finalizadas las excavaciones, la tierra volvió a cubrir Purchilejo y, sobre sus cimientos, se levantó un moderno complejo comercial que hoy acoge supermercados, gasolineras y restaurantes como Burger King. Aunque ya no se vean sus calles ni sus muros, siempre quedará su legado, su historia y su nombre, guardados en la memoria de quienes se atreven a desenterrar el pasado.

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