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Plataforma de vecinos y asociaciones
El acceso desde la segunda circunvalación a Vegas del Genil sigue siendo una asignatura pendiente. Tras años de promesas y proyectos sin concretar, los vecinos de Belicena, Purchil y Ambroz continúan enfrentándose a un camino rural en malas condiciones, con baches, falta de señalización y tráfico descontrolado. Mientras el actual gobierno local guarda silencio, los problemas se acumulan y la entrada al municipio se convierte en un símbolo de abandono y mala gestión.
El acceso a Vegas del Genil desde la Segunda Circunvalación, una infraestructura clave para conectar Belicena, Purchil y Ambroz con el resto del Área Metropolitana de Granada, se ha convertido en la peor carta de presentación para el municipio. Tras años de promesas y anuncios de mejora, la realidad es que el acceso sigue siendo un camino rural en pésimas condiciones, olvidado por la administración local y con un trazado inseguro que pone en peligro a cientos de vecinos cada día.
Desde que en diciembre de 2020 se inauguró la Segunda Circunvalación sin un acceso adecuado para Vegas del Genil, las quejas vecinales han sido constantes. El vial que actualmente conecta Belicena con la autovía es una vía estrecha y mal asfaltada, sin señalización adecuada y con escasa visibilidad debido a la falta de mantenimiento. Las malas hierbas invaden los márgenes, los baches destrozan los vehículos y las señales de tráfico están dobladas o escondidas entre la maleza, convirtiendo este camino en una trampa para conductores y peatones.
Sin embargo, dos años después de que el Partido Popular y Vox accedieran al gobierno local, poco ha cambiado. La alcaldesa María del Carmen Ros, que cuando estaba en la oposición exigía mejoras inmediatas, ha demostrado ser incapaz de gestionar esta conexión vital para el municipio. El 17 de junio de 2021, Ros criticó al anterior equipo de gobierno por no garantizar la seguridad vial en esta entrada, exigiendo que se tomaran medidas inmediatas para evitar accidentes y agilizar la construcción del nuevo acceso prometido. Hoy, dos años después de asumir el cargo, no solo no ha resuelto el problema, sino que lo ha agravado.
Los vecinos de la Avenida de Haro, una de las principales vías de acceso, se sienten completamente abandonados. En febrero de 2023, cuando aún estaban en la oposición, el Partido Popular espoleó a estos vecinos para que protestaran en prensa y exigieran soluciones. Sin embargo, ahora que gobiernan, han olvidado completamente sus promesas. Los residentes denuncian que no pueden salir de sus casas debido al constante tráfico de camiones y autobuses que colapsa la vía. Las condiciones del pavimento son deplorables, con baches que han causado daños en numerosos vehículos y señales de tráfico prácticamente invisibles entre la maleza. Además, la falta de control policial ha generado situaciones de peligro, con atropellos y accidentes cada vez más frecuentes.
La situación es tal que algunos residentes de Belicena han descrito esta calle como “la avenida del infierno”, donde el ruido y el peligro son constantes. Mientras tanto, el equipo de gobierno parece más preocupado por organizar fiestas y viajes que en solucionar los problemas reales de sus vecinos. Las quejas se acumulan, pero la respuesta del Ayuntamiento es siempre la misma: silencio y abandono.
Lo más grave es que, pese a que el anterior gobierno local dejó encaminada la licitación del nuevo acceso ,con proyectos redactados y presupuestos incluidos en los Presupuestos Generales del Estado, la incapacidad del actual equipo para gestionar esta obra crucial ha dejado todo paralizado. El Partido Popular y Vox parecen más interesados en las fotos y las promesas vacías que en cumplir con los compromisos adquiridos con los ciudadanos.
Es evidente que la actual administración ha fallado en su responsabilidad de proporcionar un acceso seguro y digno a los vecinos de Vegas del Genil. La alcaldesa María del Carmen Ros, que tanto criticaba la gestión anterior, ha demostrado ser incapaz de negociar con el Gobierno central para acelerar las obras, dejando a los vecinos en una situación cada vez más precaria y peligrosa.
Mientras tanto, Vegas del Genil sigue esperando un acceso digno que refleje el valor de su comunidad. Un acceso que no sea la peor carta de presentación para un pueblo que merece mucho más que las promesas incumplidas y el abandono de sus gobernantes.