Polémica en Belicena: Críticas vecinales por el cambio en la procesión de San Marcos y la pérdida de la Letanía

La decisión de cambiar el día de la procesión de San Marcos y suprimir la tradicional letanía ha desatado una ola de críticas en Belicena. Muchos vecinos consideran que esta medida rompe con las tradiciones del pueblo y representa una desconexión con su historia y raíces, mientras que la Hermandad y el Ayuntamiento se han desmarcado de la polémica, rechazando cualquier responsabilidad en la pérdida de estas costumbres.

Las críticas vecinales no cesan

En las últimas semanas, la decisión de cambiar el día de la procesión de San Marcos en Belicena y la supresión de la tradicional letanía han provocado una oleada de críticas entre los vecinos, que consideran esta medida una falta de respeto a las costumbres del pueblo. Muchos han expresado su malestar en redes sociales, acusando a la actual junta directiva de la Hermandad de alterar de forma arbitraria las tradiciones que han definido a la comunidad durante generaciones.

Algunos vecinos señalan que «no se puede cambiar la Hermandad a su antojo y semejanza», mientras que otros han criticado el «expolio del patrimonio del pueblo», haciendo referencia a las andas de los santos y del Señor, que según ellos, fueron costeadas con donaciones de los habitantes de Belicena y que ahora han desaparecido sin explicación.

La indignación ha llegado a tal punto que se ha calificado esta situación como un «robo al pueblo», recordando que «el patrimonio de la iglesia y de la hermandad pertenece al pueblo», y que no se puede disponer de él sin contar con la comunidad que lo ha mantenido durante siglos. Otros comentarios reflejan un sentimiento de pérdida y desconexión, afirmando que «se está destruyendo la identidad de Belicena» y que «se han perdido las tradiciones que hacían únicas a nuestras fiestas».

El Ayuntamiento se desmarca de la polémica

Ante la creciente tensión, el Ayuntamiento de Vegas del Genil ha emitido un comunicado oficial aclarando que no tiene ninguna competencia en la organización de las procesiones ni en la elección de sus fechas, afirmando que esta responsabilidad recae exclusivamente en la Hermandad. En su comunicado, aseguran que su participación se limita a aspectos logísticos, de seguridad y coordinación para garantizar el buen desarrollo de la procesión.

El consistorio ha querido dejar claro que la elección del día para la procesión de San Marcos es «una decisión exclusiva de la Hermandad, conforme a sus estatutos o criterios internos», y que el Ayuntamiento solo organiza las actividades complementarias como la comida popular, las actividades infantiles y la verbena.

La Hermandad responde y amenaza con acciones legales

Por su parte, la Muy Antigua Hermandad del Santísimo Sacramento y Ánimas de Belicena también ha publicado un comunicado oficial en el que defiende su gestión y agradece el apoyo de los hermanos y costaleros que participaron en la última procesión. En el mismo texto, la Hermandad rechaza las críticas recibidas y advierte que está recopilando información para emprender «acciones legales» contra aquellos que, según ellos, han vertido «injurias y calumnias» contra la Hermandad en redes sociales.

En el comunicado, la Hermandad subraya que no interviene en la organización de actividades ajenas a la parroquia y que cualquier decisión sobre la fecha y formato de las procesiones es «exclusiva del Equipo de Gobierno».

La pérdida de las tradiciones y la desconexión con el pueblo

Esta polémica refleja una profunda desconexión entre la actual directiva de la Hermandad y buena parte de los vecinos, que sienten que sus tradiciones están siendo ignoradas y alteradas sin su consentimiento. La pérdida de elementos tan simbólicos como las andas de los santos y la eliminación de la letanía de San Marcos son percibidas como un ataque a la identidad del pueblo, que ve cómo sus raíces se desmoronan en nombre de un supuesto «cambio» que muchos consideran impuesto y ajeno a su voluntad.

En un momento en que tantas comunidades buscan recuperar sus tradiciones y fortalecer su identidad, esta situación en Belicena parece ir en dirección contraria, alejando a los vecinos de sus propias fiestas y costumbres.

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