¿𝗣𝗼𝗿 𝗾𝘂𝗲́ 𝗲𝗹 𝗔𝘆𝘂𝗻𝘁𝗮𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼 𝗱𝗲 𝗩𝗲𝗴𝗮𝘀 𝗱𝗲𝗹 𝗚𝗲𝗻𝗶𝗹 𝗱𝗲𝗷𝗮 𝗾𝘂𝗲 𝘀𝘂𝘀 𝗷𝗮𝗿𝗱𝗶𝗻𝗲𝘀 𝘀𝗲 𝘀𝗲𝗾𝘂𝗲𝗻 𝘆 𝘀𝗲 𝗰𝘂𝗯𝗿𝗮𝗻 𝗱𝗲 𝗺𝗮𝗹𝗲𝘇𝗮?

𝗣𝗮𝗿𝗾𝘂𝗲𝘀 𝗮𝗯𝗮𝗻𝗱𝗼𝗻𝗮𝗱𝗼𝘀 𝘆 𝗷𝗮𝗿𝗱𝗶𝗻𝗲𝘀 𝘀𝗲𝗰𝗼𝘀: 𝗹𝗮 𝗱𝗲𝗷𝗮𝗱𝗲𝘇 𝘃𝗲𝗴𝘂𝗲ñ𝗮 𝘀𝗲 𝗰𝘂𝗲𝗹𝗮 𝗲𝗻 𝗹𝗮 𝘃𝗲𝗴𝗲𝘁𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻

En los últimos meses, los vecinos de Vegas del Genil observamos con preocupación cómo los parques y jardines del municipio se deterioran a pasos agigantados. Alambradas rotas, fuentes inservibles, columpios oxidados y desagües atascados dibujan un paisaje que nada tiene que ver con el de un pueblo que presume de su entorno natural.
Los jardines, antaño verdes y cuidados, se muestran hoy secos o cubiertos de maleza. A ello se suma la suciedad acumulada: restos de comida, envoltorios y excrementos de perro que agravan una sensación general de abandono.

Lo más desalentador es ver cómo nuestros hijos ya apenas pueden disfrutar de estos espacios, mientras las plantas mueren por falta de riego y los maceteros que un día se presentaron como símbolo de embellecimiento, como los de la entrada de Belicena, Ambroz o la calle Real de Purchil, se marchitan bajo el sol. Dinero público convertido en polvo vegetal.

𝗘𝗹 𝗔𝘆𝘂𝗻𝘁𝗮𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼 𝗮𝗻𝘂𝗻𝗰𝗶𝗮 𝘂𝗻 “𝗽𝗹𝗮𝗻 𝗿𝗲𝗻𝗼𝘃𝗲” 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗹𝗼𝘀 𝗷𝗮𝗿𝗱𝗶𝗻𝗲𝘀 𝗾𝘂𝗲 𝗱𝗲𝗷ó 𝘀𝗲𝗰𝗮𝗿 𝗱𝘂𝗿𝗮𝗻𝘁𝗲 𝗱𝗼𝘀 𝗮ñ𝗼𝘀 𝘆 𝗺𝗲𝗱𝗶𝗼

Ante las críticas, el Ayuntamiento ha anunciado un “plan renove” de 600.000 euros para renovar todos los parques, alegando que su estado es lamentable. Sin embargo, la realidad es que ese deterioro no ha surgido de la nada: lleva dos años y medio gestándose por la falta de mantenimiento.
Vecinos recuerdan que antes existía un jardinero destinado exclusivamente al cuidado de parques y zonas verdes. Hoy, bajo el gobierno de coalición presidido por María del Carmen Ros y Adela Vao, ese mantenimiento diario ha desaparecido, dejando tras de sí espacios deprimidos y sin vida.

Desde Defiende Vegas del Genil venimos reclamando algo tan básico como lógico: mantener lo que ya tenemos antes que dejarlo morir para luego reinaugurarlo con foto y cinta. Ejemplo claro es el parque de la calle Carlos Cano de Belicena, cerrado desde hace años sin que los vecinos puedan disfrutarlo.

La suciedad se adueña de los parques ante la falta de control y vigilancia municipal

A todo esto se suma la falta de limpieza. Algunos vecinos incívicos agravan el problema dejando basura, envases o restos de celebraciones, sin que exista un control efectivo. Desde nuestra plataforma insistimos en la necesidad de mayor vigilancia policial y la instalación de cámaras en los parques más frecuentados para proteger lo que es de todos.

𝗘𝗹 𝗔𝘆𝘂𝗻𝘁𝗮𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼 𝗱𝗲𝗷𝗮 𝘀𝗶𝗻 𝗰𝘂𝗯𝗿𝗶𝗿 𝗰𝗶𝗻𝗰𝗼 𝗽𝗹𝗮𝘇𝗮𝘀 𝗱𝗲 𝗷𝗮𝗿𝗱𝗶𝗻𝗲𝗿𝗼𝘀 𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗿𝗮𝘀 𝗽𝗿𝗲𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗹𝗮 𝗽𝗿𝗶𝘃𝗮𝘁𝗶𝘇𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗱𝗲𝗹 𝗰𝘂𝗶𝗱𝗮𝗱𝗼 𝗱𝗲 𝗷𝗮𝗿𝗱𝗶𝗻𝗲𝘀

El Ayuntamiento argumenta que no dispone de suficiente personal para mantener los jardines, pero esa afirmación es falsa. En plantilla existen nueve jardineros municipales, de los cuales cinco plazas siguen sin cubrir y los otros cuatro son destinados con frecuencia a tareas ajenas a la jardinería.
Es decir, no es falta de medios: es falta de planificación.
El coste de esas cinco plazas vacantes ronda los 180.000 euros, curiosamente similar al incremento de otras partidas, como la de festejos.

Además, el Ayuntamiento ha iniciado gestiones para privatizar el mantenimiento de los jardines, eliminando plazas públicas estructurales. Estas actuaciones han sido ya denunciadas ante las instituciones europeas por los sindicatos, por considerarse un intento de externalizar servicios esenciales en perjuicio de los trabajadores y del interés general.

La coincidencia es llamativa: tras años de abandono, se anuncian grandes inversiones justo antes de las próximas elecciones municipales. Los vecinos no merecemos parques convertidos en escaparate político, sino espacios vivos, cuidados y dignos.

Cuidar los jardines no es un lujo, es una obligación hacia quienes viven y respiran este pueblo.

Desde Defiende Vegas del Genil exigimos al Ayuntamiento que recupere el personal municipal de jardinería, destine los recursos a mantener lo existente y deje de derivar fondos a otras partidas como las de fiestas.
Cuidar los parques es cuidar el alma del pueblo. No pedimos más que lo que merecemos: un entorno limpio, verde y digno para todos.