Menos educación y más fiestas: el Ayuntamiento cierra la guardería municipal de Vegas del Genil mientras duplica el gasto en la feria

El cierre de la guardería municipal Los Pitufos en Vegas del Genil deja sin este recurso esencial a decenas de familias jóvenes del municipio. Lo que comenzó con el abandono institucional termina hoy con la desaparición de un servicio público clave, mientras crece el malestar de padres, educadoras y sindicatos. Una decisión política que pone en duda las verdaderas prioridades del gobierno local.

Hoy, 30 de junio de 2025, el único centro público de educación infantil de 0‑3 años en Purchil, el CEI “Los Pitufos”, ha sido cerrado por el Ayuntamiento, alegando “déficit” y falta de rentabilidad.

Inaugurada en 2005, “Los Pitufos” supuso en su día una apuesta firme del Ayuntamiento por la educación pública infantil. Su apertura requirió una inversión importante en infraestructuras, equipamiento y personal, y fue recibida con entusiasmo por las familias del núcleo de Purchil, que por fin contaban con un centro de titularidad municipal adaptado a las necesidades educativas de 0 a 3 años. Durante años, fue un referente de cuidado, cercanía y estabilidad para decenas de familias jóvenes del municipio.

Educación es gasto, espectáculo es inversión: la nueva contabilidad del Ayuntamiento

Una de las causas esgrimidas por el Ayuntamiento para justificar el cierre de la guardería municipal ha sido el supuesto “déficit económico” que generaba. Según esa lógica, invertir en educación infantil pública sería un lujo insostenible para las arcas municipales. Pero al parecer, gastar dinero público en un concierto como el de El Arrebato, celebrado el pasado sábado, no entra en esa categoría.

La comparación es inevitable: el coste de ese único evento musical podría superar con creces el déficit anual de “Los Pitufos”, y, sin embargo, ahí no se plantea recorte alguno. No se habla de rentabilidad cuando se trata de luces, escenarios y aplausos. Pero sí cuando se trata de educadoras, bebés y derecho a la conciliación.

Esta paradoja no es anecdótica, es estructural. En Vegas del Genil, lo que se destina a educar se etiqueta como gasto; lo que se destina al espectáculo se presenta como inversión. Y mientras tanto los sueldos de los cargos políticos no solo se mantienen, sino que en los últimos presupuestos incluso han subido. Concejales que han sido cesados de sus áreas, como el de Deportes, siguen cobrando exactamente lo mismo… por hacer la mitad.

Cierre planificado: cronología del desmantelamiento de “Los Pitufos”

El cierre de la guardería municipal no ha sido un accidente ni una decisión improvisada. Ha sido una operación calculada, ejecutada en silencio, con la precisión de quien sabe que lo público puede desaparecer sin necesidad de dar la cara. El Ayuntamiento de Vegas del Genil inició el desmantelamiento de “Los Pitufos” hace dos años, cuando decidió dejar de invertir en el centro.

Nada de renovar mobiliario. Nada de mejorar recursos. Nada de adaptar espacios. En paralelo, se eliminó toda promoción institucional: mientras otros servicios se anuncian a bombo y platillo, la existencia misma de la guardería se volvió un secreto. Ninguna campaña de matriculación, ni una sola publicación, ni una jornada de puertas abiertas. Y todo esto mientras la alcaldesa María del Carmen Ros no da un paso en público sin fotógrafo oficial que le inmortalice en redes y notas de prensa. El Ayuntamiento publicita hasta la puesta de unos maceteros, pero silencia la escuela infantil que debería haber defendido.

La maniobra culminó el año pasado, cuando se cerró una clase y se solicitó a la Junta de Andalucía que declarara el centro como “incompleto”. Un paso administrativo que abre la puerta al cierre sin demasiado escándalo, sin ruedas de prensa, sin debates públicos.

No se ha cerrado una escuela infantil. Se ha vaciado poco a poco, con una sonrisa, un silencio, y muchas fotos por el camino.

Educadoras desplazadas, sueños rotos

Uno de los argumentos más repetidos por el equipo de gobierno para justificar el cierre de la guardería municipal es el supuesto ahorro económico que generaría. Pero, como tantas otras afirmaciones a las que ya estamos acostumbrados, esto también es falso.

El Ayuntamiento no va a dejar de pagar las nóminas. Las cinco trabajadoras del centro —cuatro educadoras infantiles y su directora— son funcionarias con plaza en propiedad, obtenida tras procesos selectivos exigentes. No pueden ser despedidas, así que se las ha reubicado a la fuerza en otros puestos para los que ni se formaron ni fueron seleccionadas, y que en algunos casos ni siquiera estaban previstos en la organización municipal.

Esto no solo desmantela el servicio, sino que desaprovecha talento especializado, rompe proyectos pedagógicos consolidados y desprecia la profesionalidad de quienes sí cumplieron con su vocación.

Porque ellas sí hicieron su parte. Estudiaron. Aprobaron su plaza. Cuidaron y educaron con entrega y cercanía.

Hasta que una decisión política las sacó de su aula, de su espacio natural, de su sueño profesional, para obligarlas a ocupar tareas que jamás imaginaron ni eligieron.

Una guardería menos, una herida más

Vegas del Genil pierde hoy algo más que una guardería. En un municipio con un alto número de familias jóvenes, muchas de ellas trabajadoras, se elimina un recurso público esencial que facilitaba la conciliación, la igualdad de oportunidades y el arraigo comunitario. El cierre de “Los Pitufos” ha generado un profundo descontento entre padres y madres, que no entienden cómo se puede abandonar una escuela que durante años cuidó y educó con entrega. Las profesionales del centro, reconocidas y queridas por su dedicación, han sido desplazadas sin justificación pedagógica, mientras el Ayuntaiento calla. A esta decisión se han sumado también las críticas de los sindicatos y de los partidos de la oposición, que han denunciado la falta de diálogo, la improvisación y el desmantelamiento progresivo de los servicios públicos en el municipio. Vegas del Genil pierde hoy una escuela, pero también una parte de su dignidad colectiva.

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